Ayer, 4 de mayo, tuvo lugar la conferencia: “Los límites físicos para la transición energética” organizada por Laboratori Interdisciplinari sobre Canvi Climàtic (LINCC UIB). Esta jornada online fue impartida por la Dra. Alicia Valero, Directora del Equipo de Investigación de Ecología Industrial del Instituto Circe de la Universidad de Zaragoza.
Alicia Valero comenzó hablando del crecimiento exponencial. Como explica en su artículo El Minuto 42: “Los problemas que nos aguardan son de naturaleza exponencial, como el consumo de combustibles fósiles y de minerales, los efectos del cambio climático, la deforestación de los trópicos, la contaminación de los mares con plásticos, residuos agrícolas e industriales, la pérdida de biodiversidad o la población. La depredación de la naturaleza crece a un ritmo del 2,8% anual. Si seguimos este ritmo, en una generación los humanos estaremos consumiendo el doble que hoy. Y en 25 años habremos consumido tanto como en toda la historia del ser humano hasta hoy.”
La teoría de Thanatia es una modelización de la Tierra en la que hubiésemos agotado todos los recursos del planeta. Sirve para calcular cómo de lejos nos encontramos de Thanatia y a qué velocidad nos acercamos. ¿Nos estamos acercando a Thanatia? Tal como explicó la ponente, el pico del petróleo es una señal de alarma y el cambio climático, también.
¿Nos dirigimos hacia una transición económica “verde”?
Un parque eólico de la misma potencia que una central térmica necesita 25 veces más de materiales (en peso) para su construcción que las centrales convencionales. Sin embargo, no es solo la cantidad, sino la calidad, también tiene tierras raras, litio, cobre, aluminio, etc. El vehículo eléctrico contiene más de 50 elementos químicos, “es una mina sobre ruedas”. Nos encontramos en “La era de la tabla periódica”.
¿Existen límites? Han empezado a sonar las alarmas. A finales de 2020, la UE publicaba un listado de treinta materiales críticos, y esta lista irá en aumento. En las últimas semanas se están publicando noticias en España de cierre de plantas de producción por falta de problemas de suministro de piezas electrónicas.
¿Cuál es la solucion? Preguntó Alicia Valero, ¿vamos hacia una economía circular?
Tal como explicó, si vamos a la realidad, muy pocos elementos se reciclan. Solo un 1% de los más esenciales para la transición energética, y realmente se subciclan. Además, las tecnologías que son más eficientes son las menos sostenibles desde el punto de vista de consumo de materiales (como puede ser una bombilla LED frente a una bombilla incandescente) “Lo que tenemos que hacer es aprender a reciclar de una manera más eficiente”.
Conclusiones
Como conclusión, Alicia Valero, expuso una serie de soluciones. Hay que apostar por la desmaterialización, pero teniendo en cuenta que si cada vez se hacen los productos más pequeños, será más difícil recuperar los materiales. Se deben sustituir materiales escasos por abundantes, aunque si el consumo sigue en aumento, todos los elementos acabarán siendo escasos. Por ello, es muy importante concienciarnos en reutilizar y reciclar y aprender de la naturaleza, que no produce residuos. Reducir el consumo desenfrenado actual es la clave, porque si se pinta de verde el modus operandi actual, antes o después nos volveremos a topar con los límites planetarios. En este sentido, debemos valorar adecuadamente el capital mineral de la Tierra para crear justicia intergeneracional y un verdadero sentido de la conservación.
La editorial Icaria acaba de publicar el libro «Thanatia. Los límites minerales del planeta», un llamamiento a una transición material, que restaure la naturaleza y reutilice efectivamente los materiales, de los autores Antonio Valero y Alicia Valero, entrevistados por Adrián Almazán Gómez.
Thanatia es ciencia. Es la descripción de este planeta si seguimos esquilmando su geodiversidad. El cambio climático y la digitalización conducen a la movilidad eléctrica, las energías renovables con sus baterías, la robotización, el internet de las cosas… Hay más teléfonos móviles que habitantes en el mundo, con una vida media de dos años. Ya se requieren casi todos los elementos químicos de la tabla periódica y su demanda es exponencial para un planeta limitado. A mayor extracción, más energía consumida, más degradación de los ecosistemas y más población nativa afectada.
Como no se diseña para reciclar, la basura tecnológica crece y se dispersa contaminándolo todo. Así, nunca habrá para todo ni para todos, y sabemos que en 25 años consumiremos el doble que hoy.
El Antropoceno se ha desbocado. Se necesita una transición material, no solo energética, que restaure la naturaleza y reutilice efectivamente los materiales. Hay que cuidar a Gaia alargando la vida en la Tierra y frenando su degradación hacia Thanatia.
La respuesta española para impulsar una economía circular es la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC), aprobada por Acuerdo de Consejo de Ministros el 2 de junio de 2020. Dicho documento sienta las bases para impulsar un nuevo modelo de producción y consumo en el que el valor de productos, materiales y recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible, en la que se reduzcan al mínimo la generación de residuos y se aprovechen con el mayor alcance posible los que no se pueden evitar. La Estrategia contribuye así a los esfuerzos de España por lograr una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva.La EEEC fija unos objetivos para 2030 y contempla su desarrollo y concreción a través de sucesivos planes de acción trienales. El primer Plan de Acción, que se somete a Información pública, tiene un marco temporal de 2021 a 2023. Dicho plan contiene 111 medidas lideradas por distintos centros directivos de la AGE y distribuidas en 5 ejes y 3 líneas de actuación.
Las observaciones y comentarios deberán remitirse a la siguiente dirección de correo bzn-eeec@miteco.es, indicando en el asunto “IP_PAEC”. El plazo de envío comenzó el 11 de febrero y finalizará el 26 de febrero.
Para descargar la plantilla, toda la información está disponible en la web del MITECO
Participación en la consulta pública
A continuación os dejamos las alegaciones realizadas por la Doctora Alicia Valero en representación de la Cátedra CEMEX y el Instituto Circe de la Universidad de Zaragoza. Los comentarios a las diferentes medidas del plan son breves ya que solo se podían escribir 255 caracteres por alegación. Sin embargo, se han llevado a cabo diversas observaciones y propuestas.
En cuanto a la medida 3.1.1. relativa a La nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados se propone eliminar los catálogos de residuos autonómicos que implican el trasiego de residuos de unas comunidades a otras ya que es necesario ordenar, coordinar y armonizar la fiscalidad en materia de residuos entre CCAA. Asimismo, se ruega facilitar el cierre de los ciclos de materiales para que los flujos de residuos puedan ser reutilizados entre empresas, eliminando obstáculos y burocracia e impulsando urgentemente la aprobación de los criterios para su consideración como subproductos.Por otro lado, también se pide recuperar el prestigio y dignificar aquellas profesiones que se encargan de recuperar y gestionar residuos.
En relación a la medida: «3.2.4. Revisión del régimen jurídico de los vehículos al final de su vida útil», por un lado se alega, promover un sistema de autosuficiencia, para evitar la dependencia del exterior: que las materias críticas, como el litio, que entren en Europa en forma de automóviles , al extraerse, se queden aquí. Además, se indica que con la electrificación la cantidad de los metales críticos de un vehículo aumenta, pero éstos son subciclados. La legislación debe considerar las cualidades de los materiales y en esto, la termodinámica (exergía) es de gran ayuda. Y se propone la lectura del paper «Vehicles and Critical Raw Materials: A Sustainability Assessment Using Thermodynamic Rarity» (DOI:10.1111/jiec.12737) sobre legislar consierando la calidad de los materiales.
En cuanto a las «Medidas para la mitigación del cambio climático en el sector residuos» (3.4) se propone promover la simbiosis industrial entre empresas, para lo cual es necesario aumentar la transparencia y trazabilidad de toda la cadena de valor de los productos. Además de legislar para evitar mezclar y contaminar flujos residuales que imposibiliten su posterior uso en otros procesos productivos.
Para la medida 4.3 Materias primas críticas, se alega impulsar al menos una planta metalúrgica española de recuperación de minerales críticos, con canales sólidos de recolección, como apuesta estratégica para generar empleo transformando nuestro modelo productivo y nuestro esquema de inserción económica internacional. Y dentro del epígrafe, 4.3.2 (Aprobación de una hoja de ruta para la gestión sostenible de las materias primas minerales) se ruega incrementar y apoyar el uso de materiales reciclados frente a los extraídos de minas (con precios más económicos, impuestos más bajos, la obligatoriedad del “circular public procurement” implementado en los pliegos de contratos públicos). Además, de fomentar la investigación sobre procesos minero-metalúrgicos para la obtención de materias primas críticas de fuentes secundarias (residuos de la minería y de la tecnosfera).
La medida «7.1.5 Incentivar la colaboración y comunicación con las Plataformas Tecnológicas» que propone fomentar la colaboración público-privada en el ámbito de la economía circular mediante la celebración de reuniones y jornadas, se pide que en estos eventos se difundan casos de éxito y de fracaso de medidas relacionadas con economía circular y así fomentar también la transferencia de conocimiento, el intercambio de buenas prácticas y de barreras encontradas para tratar de solucionarlas.
Por último, en cuanto a la medida «7.1.6 Formación e incorporación de recursos humanos en I+D+i en el ámbito de la EC» se propone además, incorporar en el programa curricular de grado y posgrado asignaturas que incluyan la dimensión ética del desarrollo tecnológico y sus implicaciones ambientales para así, impulsar una dimensión multidisciplinar sobre economía circular.
El impulso de la RS a través las cátedras universitarias españolas
El pasado 1 de diciembre, tuvo lugar, de manera telemática, el Encuentro de Cátedras de Responsabilidad Social: El impulso de la RSC a través las cátedras universitarias españolas. Este evento fue organizado por la Cátedra MANGO de RSC (ESCI-UPF) y asistieron las diversas cátedras universitarias españolas de temática sostenible, entre la que se encuentra la Cátedra CEMEX de Sostenibilidad.
El encuentro comenzó con un debate sobre la relación entre ética y RSC. Para ello se contó con la intervención de Antonio Argandoña, Profesor Emérito de Economía y de Ética de la Empresa y Ex-Titular de la Cátedra CaixaBank de Responsabilidad Social Corporativa de IESE Business School.
Seguidamente, se definió el perfil de las cátedras universitarias de Responsabilidad Social en España, de la mano de Silvia Ayuso, Directora Académica de la Cátedra MANGO de RSC (ESCI-UPF). Más adelante, Carlos Ballesteros, Director de la Consultoría Social Empresarial-ICADE y de la Cátedra de Impacto Social, explicó cómo implicar a la comunidad universitaria en la RS. Un reto significativo, ya que como contó Irene Bajo, Directora de la Cátedra de Responsabilidad Social de la Generalitat Valenciana: «Es muy difícil introducir la RSC en las clases de la universidad porque es un concepto muy transversal y es complicado convencer a los responsables que realizan los planes de estudio».
Antes del cierre, Luis Monge, Director de Sostenibilidad de Grupo Santander, habló sobre la experiencia de la Red de Cátedras Santander de RSC, como ejemplo de cómo aprovechar las sinergias entre las cátedras universitarias.
Se espera que el próximo encuentro se pueda realizar de manera presencial y poder realizar más talleres y actividades enriquecedoras.
Artículo por Alicia Valero y Emilio Santiago publicado el 12/11/20 en eldiario.es
Durante este otoño se tramitará en el Congreso de los Diputados una ley de suma importancia, que marcará como pocas el futuro de nuestro país: la de Cambio Climático y Transición Energética. Esta ley deberá concretar las bases para que España, el país más vulnerable de Europa ante el cambio climático, cumpla los compromisos del Acuerdo de París, y con ello asegure un futuro viable a quienes hoy están naciendo. También diseñará la arquitectura general de lo que será la mayor transformación del modelo productivo español en décadas. Parece que esta vez, con el viento de cola de unos fondos europeos bien invertidos, sí está a nuestro alcance ese gran giro modernizador, siempre prometido y nunca cumplido, que deje atrás la senda económica agotada que nació del Plan de Estabilización de 1959. Los efectos de la crisis de la COVID-19 exponen lo que ya es un secreto a voces: si España tiene futuro, será como superpotencia renovable, no como superpotencia turística.Pero el articulado del Anteproyecto de Ley presenta un punto ciego preocupante. Que no es más que el reflejo de un déficit en el debate ciudadano al respecto: los minerales críticos de los que dependen todas las tecnologías modernas, y especialmente la Green Technology. Una turbina eólica, un panel fotovoltaico o una batería eléctrica, pero también un teléfono móvil o un ordenador, son objetos altamente intensivos en muchas materias primas llamadas críticas como el litio, el cobalto, el indio, el teluro o las tierras raras. Todos ellos materiales escasos, en vías de rápido agotamiento, susceptibles de alimentar conflictos armados por su control, que se explotan generando fuertes daños ambientales y por tanto resistencias legítimas, y cuya distribución geológica se ha concentrado en muy pocos países, algunos sociopolíticamente inestables. De hecho, la economía descarbonizada y digital del siglo XXI será tan dependiente de estos grandes productores de minerales como la economía fosilista el siglo XX lo fue de la OPEP.
Estadistas y ciudadanía informada deberían tener este asunto entre sus preocupaciones prioritarias. Especialmente porque en las economías modernas el reciclaje de los minerales de las que estas dependen es todavía marginal. Las plantas existentes en España apenas recuperan las materias primas de la segunda revolución industrial: aluminio, cobre, hierro, vidrio o plomo. Las razones por las que los nuevos minerales críticos quedan fuera de la economía circular son técnicas, políticas económicas y sociales. Técnicamente, el diseño de los aparatos modernos carece de estándares que faciliten desensamblarlos y recuperar los recursos dispersos en ellos en cantidades apreciables. Políticamente, no existe una legislación que favorezca el reciclaje de calidad. Económicamente, las plantas de recuperación de estos materiales son tan costosas que exigen fortísimas inversiones solo al alcance de un sector público decidido o de consorcios público-privados. A nivel global China es el principal receptor global de chatarra electrónica. Y en Europa solo un país, Bélgica, cuenta con una empresa capaz de reciclar los minerales que sustentan la sociedad descarbonizada y digital. Socialmente, mientras prime un patrón de producción basado en la obsolescencia programada, y un patrón de consumo de usar y tirar, los esfuerzos por reciclar minerales se verán superados por el incremento artificial de la demanda.
Tres son las líneas de acción que, como sociedad, deberíamos explorar para salvar este cuello de botella que amenaza con ahogar el futuro de la transición ecológica. Estas deberían ser centrales en las futuras políticas tanto de transición energética como de economía circular, entendiendo que ambos conceptos van de la mano.
En primer lugar, un marco legislativo y regulatorio mucho más estricto y coherente con los principios técnicos de la economía circular, que imponga estándares de diseño y fabricación pensados para el reciclaje de minerales críticos pero que a su vez elimine las trabas administrativas y barreras legales para que los residuos puedan convertirse en materias primas.
En segundo lugar, y aprovechando los fondos europeos poscovid, impulsar desde el sector público la I+D+i en economía circular y, en alianza con inversores privados, al menos una planta metalúrgica española de recuperación de minerales críticos, con canales sólidos de recolección, como apuesta estratégica para generar empleo transformando nuestro modelo productivo y nuestro esquema de inserción económica internacional.
Finalmente, el reto más complejo, pero el más importante, es saber dar a luz durante las próximas décadas a una economía menos compulsiva y expansiva, que priorice usos compartidos y explore políticas de control de demanda. El economista Kenneth Boulding nos planteó un dilema hace más de sesenta años: nuestro sistema productivo debería dejar de comportarse como un cowboy, que conquista sin fin un horizonte virgen, y parecerse cada vez más al modus operandi de un astronauta, reciclando y reaprovechando con sumo cuidado todos los recursos de la nave espacial Tierra. En este punto, el consenso científico es creciente: la idea visionaria con la que especuló Stuart Mill en el siglo XIX al pensar una economía de estado estacionario, con prosperidad pero sin crecimiento, es ya el desafío sociopolítico más urgente del siglo XXI. Solo bajo estas nuevas premisas podremos impulsar una transición que reparta con justicia el espacio ecológico global.
He aquí uno de los debates centrales del próximo medio siglo: el de los límites ecológicos absolutos que marcan las reservas minerales de La Tierra. Cuanto antes lo enfrentemos como sociedad, mejor preparados estaremos para sortear la crisis climática y llevar la transición ecológica a buen puerto.
Esta consulta se engloba dentro del Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC). En su medida 5.7, apunta a la necesidad de desarrollar nuevos instrumentos de apoyo a la investigación y la innovación en energía y clima, con la implementación de acciones concretas orientadas a actualizar la información sobre las reservas de materias primas en España y su futura demanda en función de las necesidades tecnológicas.
El objetivo de esta consulta es recabar la opinión de las personas y entidades interesadas sobre la identificación de prioridades y recursos necesarios, así como los principales retos para el desarrollo sostenible de las materias primas minerales y las posibles medidas para superarlos.
Participación del Instituto de Investigación Mixto Circe, Universidad de Zaragoza
Desde los miembros del Equipo de Investigación de Ecología Industrial del Instituto Universitario Investigación CIRCE Universidad Zaragoza realizamos nuestra siguiente aportación a la Hoja de Ruta para la gestión sostenible de las materias primas minerales.
En primer lugar, es necesario enunciar que combatir el Cambio Climático es necesario, pero insuficiente, porque las energías renovables, el vehículo eléctrico y todas las nuevas tecnologías informáticas y de comunicaciones dependen de materiales críticos escasos. La transición ecológica debe ser no sólo energética sino de materiales.
Una turbina eólica, un panel fotovoltaico o una batería eléctrica, pero también un teléfono móvil o un ordenador, son objetos altamente intensivos en muchas materias primas llamadas críticas como el litio, el cobalto, el indio, el teluro o las tierras raras. Todos ellos materiales escasos, en vías de rápido agotamiento, susceptibles de alimentar conflictos armados por su control, que se explotan generando fuertes daños ambientales y por tanto resistencias legítimas, y cuya distribución geológica se ha concentrado en muy pocos países, algunos sociopolíticamente inestables.
Desde Instituto CIRCE, consideramos que en las economías modernas el reciclaje de los minerales de las que estas dependen es todavía marginal. Las plantas existentes en España apenas recuperan las materias primas de la segunda revolución industrial: aluminio, cobre, hierro, vidrio o plomo. Las razones por las que los nuevos minerales críticos quedan fuera de la economía circular son técnicas, políticas económicas y sociales. Se podría decir que estos son los retos actuales para el desarrollo sostenible de los recursos minerales:
Técnicamente, el diseño de los aparatos modernos carece de estándares que faciliten desensamblarlos y recuperar los recursos dispersos en ellos en cantidades apreciables. Políticamente, no existe una legislación que favorezca el reciclaje de calidad. Económicamente, las plantas de recuperación de estos materiales son tan costosas que exigen fortísimas inversiones solo al alcance de un sector público decidido o de consorcios público-privados.
Por lo tanto, proponemos una serie de aspectos que debería abordar la Hoja de Ruta para la gestión sostenible de Materias Primas Minerales, y que, del mismo modo, deberían formar parte de la Estrategia Española de Economía Circular:
En primer lugar, un marco legislativo y regulatorio mucho más estricto y coherente con los principios técnicos de la economía circular, que imponga estándares de diseño y fabricación pensados para el reciclaje de minerales críticos pero que a su vez elimine las trabas administrativas y barreras legales para que los residuos puedan convertirse en materias primas. Por ejemplo, incrementar y apoyar el uso de materiales reciclados frente a los extraídos de minas (con precios más económicos, impuestos más bajos, la obligatoriedad del “circular public procurement” implementado en los pliegos de contratos públicos). También, promover un sistema de autosuficiencia, para evitar la dependencia del exterior; que las materias críticas, como el litio, que entren en Europa en forma de automóviles y otras tecnologías, al extraerse, se queden aquí.
Otra medida sería impulsar, por medio de la Administración Pública, los acuerdos voluntarios para emprender acciones de Economía Circular, como el de implementar la responsabilidad ampliada del productor, en el que el fabricante se hace responsable del producto especialmente en la fase de su recuperación, reciclaje y disposición final. Así como, promover la simbiosis industrial entre empresas, para lo cual es necesario aumentar la transparencia y trazabilidad de toda la cadena de valor de los productos. Evitar mezclar y contaminar flujos residuales que imposibiliten su posterior uso en otros procesos productivos.
En segundo lugar, y aprovechando los fondos europeos poscovid, impulsar desde el sector público la I+D+i en economía circular, evaluando el potencial de recuperación de materiales procedentes de residuos de minas y de residuos tecnológicos, así como desarrollando la tecnología necesaria para su obtención.
En alianza con inversores privados, impulsar al menos una planta metalúrgica española de recuperación de minerales críticos, con canales sólidos de recolección, como apuesta estratégica para generar empleo transformando nuestro modelo productivo y nuestro esquema de inserción económica internacional.
Finalmente, el reto más complejo, pero el más importante, es saber dar a luz durante las próximas décadas a una economía menos compulsiva y expansiva, que priorice usos compartidos y explore políticas de control de demanda. En este sentido, la promoción de programas educativos a todos los niveles de la sociedad, será fundamental.
Dentro de las actividades de la Cátedra CEMEX de Sostenibilidad de la Universidad de Zaragoza, de la que es Director Antonio Valero, vamos a participar en el CICLO DE CONFERENCIAS ASYPS: Economía Circular-Espiral. Transición hacia una circularidad sostenible.
Las sesiones tendrán lugar los días 12 y 17 de noviembre y 2 y 9 de diciembre de 18h a 19.30h.
Un día antes a la celebración de cada sesión te enviaremos el enlace para unirte de manera telemática.
Si quieres recibir el enlace al webinario, envíanos un email a: rqueerre@unizar.es
¡Te esperamos!
PROGRAMA:
Este Ciclo de Conferencias se celebrará en modalidad online y constará de cuatro sesiones de 18.00-19.30h:
– 12 de noviembre de 2020 Transición a la Economía Circular en el paradigma de la sostenibilidad. Luis M. Jiménez. Presidente de ASYPS. Profesor Honorífico, Universidad Complutense de Madrid.
– 17 de noviembre de 2020 Principios y características de la Economía Circular. Emilio Cerdá. Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid.
– 2 de diciembre de 2020 Ciclo de materiales críticos en la Economía Circular. Antonio Valero. Director del Instituto Circe y de la Cátedra CEMEX, y Catedrático de Energética de la Universidad de Zaragoza.
– 9 de diciembre de 2020 Bioeconomía circular y sistemas de producción integrada. Agustín Molina. Profesor Titular de la Universidad Politécnica de Madrid.
El 4 de noviembre asistimos a la jornada online: “Herramientas de apoyo empresarial para la economía circular” organizada por Circular Labs, Fundación Patrimonio Natural de Castilla León y la Junta de Castilla León. El evento estaba dirigido a profesionales y empresas que quisieran mejorar o incorporar prácticas de economía circular y, de este modo, incentivar las sinergias industriales en el territorio del noreste ibérico.
Para la bienvenida contaron con la participación de Dª María del Rosario Chávez Muñoz, Concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio del Ayuntamiento de Valladolid. Seguidamente, Javier Rodríguez Conde, CEO de Ecomarketing, una empresa especializada en marketing y asesoría de sostenibilidad, presentó los retos y las oportunidades de la economía circular, haciendo hincapié en el ecodiseño: “El 80% de los impactos ambientales se realiza en la fase de diseño”.
A continuación, Jesús Díez Vázquez, Director de Programas en la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, presentó la herramienta de autoevaluación Circular Labs. Según Díez, esta herramienta ayuda a las empresas a reflexionar: “¿Qué podría hacer para ser más circular?” y evalúa desde un punto cualitativo las políticas que están llevando dentro de la empresa. El uso de la plataforma web es gratuito y requiere de un registro previo. Cuenta con cuestionario de autoevaluación que permite a las empresas conocer el grado de implementación de la economía circular y, posteriormente ofrece un diagnóstico inicial, la posibilidad de realizar varios estudios, comparar resultados y sugerencias de mejora.
Otra de las funciones que ofrece esta herramienta es la posibilidad de dar visibilidad a las buenas prácticas de las empresas en materia de economía circular. Para ello, se ha desarrollado una nueva herramienta independiente: el Market Place de economía circular del noroeste ibérico. El objetivo de esta comunidad virtual es compartir buenas prácticas en economía circular y crear sinergias. Las empresas interesadas en participar suben de forma sencilla la información a la web a través de una ficha. La plataforma ofrece un apartado de recursos y otro de agenda. Además, tal como explicó Rocío Viruega, Gerente de Negocio IT de SYLTEC, ha sido ecodiseñada para reducir el uso de carbono al utilizarla en comparación al de otras plataformas online.
Otra de las funciones que ofrece esta herramienta es la posibilidad de dar visibilidad a las buenas prácticas de las empresas en materia de economía circular. Para ello, se ha desarrollado una nueva herramienta independiente: el Market Place de economía circular del noroeste ibérico. El objetivo de esta comunidad virtual es compartir buenas prácticas en economía circular y crear sinergias. Las empresas interesadas en participar suben de forma sencilla la información a la web a través de una ficha. La plataforma ofrece un apartado de recursos y otro de agenda. Además, tal como explicó Rocío Viruega, Gerente de Negocio IT de SYLTEC, ha sido ecodiseñada para reducir el uso de carbono al utilizarla en comparación al de otras plataformas online.
Para terminar, José Magro, Gerente de Sostenibilidad y RSC AENOR, explicó el Modelo de Certificación de AENOR Residuo Cero, en el que empezaron trabajando hace cuatro años con Lidl, su primer cliente. A este esquema de certificación puede acceder cualquier empresa que garantice la valorización (reutilización, reciclado o valorización energética) de los residuos que genera. Si la empresa valoriza más del 90% de sus residuos obtiene el certificado. Tal como enunció José Magro esta certificación se ha visto como un proceso adicional a la norma ISO 14001 ya que entra en más detalle en el aspecto de residuos y ofrece a las empresas un foco de mayor claridad.
La semana del 21 al 24 de septiembre, se celebró la VI Edición de la conferencia CPOTE, bajo el lema “The energy system beyond 2020 – challenges and opportunities”. Este congreso reúne todos los años en Polonia, a científicos involucrados en el análisis de la energía y la exergía aunque este año se ha realizado de manera telemática debido a las circunstancias. El evento trata números temas relacionados con fuentes de energía renovable, no renovable, fuentes alternativas, gestión y almacenamiento de energía, entre otros.
Dentro de las ponencias principales, la Doctora Alicia Valero, directora del Grupo de Investigación de Ecología Industrial del Instituto Circe de la Universidad de Zaragoza, ha presentado el proyecto AWARE, en el que participan SEAT, S.A., MotorLand Aragón, el Instituto Circe y el Institute Freiberg for Resource Technology.
El proyecto está enfocado en la Exergía para evaluar el nivel de criticidad y reciclabilidad de los materiales de un vehículo y ha sido creado por SEAT, S.A. bajo el ENE2017-85224-R project y financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
Debido a la electrificación del sector del automóvil, la demanda de recursos minerales está aumentando, además no es el único sector que necesita estos recursos, también los ordenadores, los móviles o el sector de la aviación. Los elementos químicos no desaparecen del Planeta, pero se dispersan en unidades muy pequeñas entre todos los aparatos eléctricos y electrónicos del mundo, lo que hace muy difícil o casi imposible su reciclado y recuperación. Además, se mezclan con otros metales para crear aleaciones.
Se realizó un caso de estudio con un modelo de coche cedido por SEAT y se hizo una selección de las partes más críticas teniendo en cuenta los siguientes parámetros: los metales que lo componen, la reciclabilidad de estos metales y de las partes del vehículo y el potencial de replicabilidad.
Como conclusión, la Exergía como indicador de la rareza termodinámica puede ayudar a analizar los metales con mayor nivel de criticidad en un automóvil. Para reducir la dispersión de minerales es necesario el ecodiseño teniendo en cuenta la posterior recolección de metales una vez que el vehículo llegue al final de su vida.
En el congreso ha participado también Ricardo Magdalena, miembro del Grupo de Investigación de Ecología Industrial del Instituto Circe, presentando el artículo “Mining energy consumption as a function of ore grade decline. the case of Lead and Zinc” que ha realizado junto al Prof. Antonio Valero, la Dra Alicia Valero y el Dr. Jose Luis Palacios. Este estudio ha sido también financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (ENE2017-85224R).
El estudio llevado a cabo explica, como ya hemos visto con el proyecto AWARE, que la demanda de materias primas está aumentando exponencialmente y que, para satisfacer esa demanda, es necesario extraer más minerales de la corteza terrestre. Como resultado, los minerales se están agotando y las Leyes del mineral disminuyen. Las minas de menor Ley también necesitan más cantidad de energía, lo que implica mayores emisiones de combustibles fósiles y por tanto un aumento del cambio climático. Como caso de estudio, se han elegido el Zinc y el Plomo para estimar la energía específica necesaria en el procesamiento de ambos minerales. El análisis se ha realizado con un software especializado, HSC Chemistry, que evalúa la energía específica en cada etapa.
Los resultados muestran que el consumo de energía para el plomo aumentaría cinco cinco veces en comparación con la situación actual si las leyes del mineral disminuyen hasta el nivel de relaves, mientras que para el zinc, se incrementaría casi dos veces.
Esta semana Fundación Ibercaja acoge diferentes mesas redondas con motivo de la Semana Europea de la Movilidad que organiza el Ayuntamiento de Zaragoza, la Oficina de Promoción de la Movilidad Eléctrica (OPME) y el Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza (CTAZ), bajo el lema «Por una movilidad sin emisiones»
Ayer, 21 de septiembre, tuvo lugar: “El automóvil y los recursos naturales. Del petróleo a los materiales críticos” de la que formaron parte Marta Iglesias, Ingeniera Responsable de Materiales Sostenibles, Ecodiseño y Ecoinnovación en el equipo de Medioambiente de Producto en SEAT, S.A; la Dra. Alicia Valero, Directora del Grupo de Investigación de Ecología industrial en el Instituto Circe; y el Dr. Abel Ortego, Director del área de Desarrollo del Conocimiento en Motorland Aragón.
“A día de hoy se están vendiendo 60 millones de coches al año y esto irá en aumento”. Además, los coches son cada vez más inteligentes, continuó contando Marta Iglesias. No solo el sector del automóvil va a crecer y demandar más recursos, también los ordenadores, los móviles y el sector de la aviación, van a necesitar más recursos minerales.
¿De qué está hecho un vehículo? Hace años, la demanda de materiales era de acero, aluminio y cobre, principalmente. Sin embargo, actualmente, un coche eléctrico contiene entre 40 y 50 metales y metaloides; y algunos de los metales han aumentado mucho en comparación con un vehículo de combustión, como es el caso del cobalto. “Estaríamos cuadruplicando el valor de rareza entre un vehículo de combustión y uno eléctrico”, por lo que podríamos decir que “un coche es una mina sobre ruedas”.
Seguidamente, Alicia Valero comenzó explicando que todo este problema se debe al crecimiento exponencial, en especial al crecimiento exponencial de la población. “Si seguimos así, para el año 2050, seremos 10.000 millones de individuos”. ¿En un planeta finito cómo podremos abastecer de recursos a toda la población?
Además, hizo referencia al reciente informe publicado por la Comisión Europea el pasado 3 de septiembre. Nunca antes, la UE había hecho un alegato tan contundente: “La enorme necesidad de recursos está sometiendo al planeta a una presión extrema y es la responsable de la mitad de las emisiones de GEI y más del 90% de la pérdida de la biodiversidad y el estrés hídrico”.
Este informe también recoge un listado de los materiales críticos necesarios para llevar a cabo el New Green Deal, que recoge entre otros aspectos, la dependencia que la Unión Europea tiene de determinados materiales con el exterior. Por ejemplo, de China importamos prácticamente el 100% de tierras raras que son necesarias para fabricar los imanes permanentes que se encuentran en el vehículo eléctrico. La UE pone por escrito la gran necesidad de abrir minas para evitar esta dependencia del exterior. Esto conlleva al fenómeno NIMBY (Not In My Back Yard).
Para terminar con su intervención, Alicia Valero concluyó que con el Green New Deal vamos a pasar de una dependencia de combustibles fósiles a una dependencia de recursos minerales y el vehículo eléctrico es una de las tecnologías que depende de estos recursos minerales en mayor medida. Además, la extracción de minerales es altamente intensiva en energía fósil por lo que la reducción global de emisiones de CO2 no está tan clara.. Para reducir estos riesgos es necesario apostar por la extracción doméstica, el ecodiseño y la economía circular.
A continuación, dio paso a su compañero Abel Ortego, que explicó cómo es el panorama actual del reciclaje del vehículo: Se hace a través de un proceso de fragmentación con tres salidas diferentes (aleaciones férricas, no férricas, plásticos y espumas). este proceso, al final, conduce a la degradación ya que los materiales se acaban dispersando. ¿Dónde está el proceso de reciclaje del cobalto o del litio? Como tal esto no existe, pero no solo en el vehículo sino en muchas otras industrias.
“No se trata de demonizar los procesos actuales de reciclaje”, la cuestión radica en que se tendrían que utilizar procesos de reciclaje más sofisticados y, por tanto, más costosos. No es lo mismo reciclar el 95% de la masa del vehículo que el 95% de cada uno de sus materiales. En conclusión, en la actualidad, el reciclaje de metales críticos es casi inexistente, esto se debe a que el reciclaje no evoluciona a la misma velocidad a la que evolucionan los vehículos.
Para finalizar, los espectadores de la conferencia realizaron varias preguntas, una de ellas fue: ¿Se puede pensar que se fabricarán menos coches, más caros y que requerirán menos infraestructuras viarias?
Los ponentes tienen claro que existe una tendencia de aumento del número de automóviles fabricados en los próximos años. Lo que va a cambiar es que los fabricantes de automóviles, pasarán de producir bienes de consumo a bienes de movilidad, lo que se conoce como “servitización”. “Fabricar vehículos que sean multipropiedad. Quizás sean un poco más caros, pero el coste por usuario será más razonable”.
A continuación, os dejamos el video completo de la conferencia que se retransmitió en directo a través de Youtube: