Fueron unas jornadas interesantísimas dónde se habló y se debatió sobre la economía circular a través de diversas actividades:
Exposición itinerante de productos y proyectos de economía circular de las empresas protagonistas de WAS y/o con Sello de Aragón Circular.
Espacio ágora: Dónde a través de varios ponentes de relevancia, se produjeron diversos diálogos y charlas que supusieron un intercambio de ideas y una exposición de casos reales de circularidad aplicada a empresas o proyectos de investigación
Concurso de Retos de circularidad: Dónde varias empresas invitadas propusieron un total de 10 retos abiertos a todo el personal de la Universidad de Zaragoza, dónde se planteaban diversas problemáticas, para que los concursantes que se presentaban propusieran soluciones aplicando la circularidad a los productos o procesos y modelos de negocio que eran objeto del reto, dónde además resultaron premiadas las mejores propuestas.
Rincones de diálogo y contactos: Espacios informales habilitados a fin de facilitar el diálogo y el debate, dónde las personas pudieran intercambiar ideas, conocimiento y contactos.
Redol repair café: Una fusión entre un taller de reparación y una cafetería, dónde personas con un objeto estropeado acudían y aprendían a repararlo junto a los técnicos mientras bebían un café y mantenían una conversación.
Concretamente, Alicia Valero, moderó el día 30 la ponencia sobre “Valorización y circularidad pensando en residuo de construcción” , que ofrecieron Cecilia Berganza Conde, Gerente Procesos y Alternos de CEMEX y Jesús Casalé Gil, Gerente de Casalé Gestión de Residuos, S.L. , representando tanto el inicio como el fin de la cadena de valor del sector de la construcción.
Ambas empresas expusieron la relevancia de la economía circular en sus industrias y en el sector en general y comentaron algunas de las experiencias que realizan en materia de simbiosis industrial, valorizando los residuos de otras empresas, y el beneficio que esto aporta al sector.
De manera resumida, dada la breve duración temporal que debía tener la conversación, ambas personas coincidieron en que hay un gran problema en cuanto a la gestión de los residuos así como la dureza de los trámites administrativos y los exhaustivos procedimientos que deben asumir y superar, lo que sin duda supone no sólo una mayor dilación temporal en los procesos productivos, sino unos mayores costes añadidos.
Por otro lado, sugerían que las administraciones aumentarán el porcentaje de materias primas recicladas que exigen que tengan los productos utilizados en la construcción, pues creían que era un porcentaje muy reducido, propio de años atrás cuando las innovaciones técnicas no eran las hoy existentes, pues los porcentajes hoy exigibles son tan reducidos que no fomentan un cambio productivo hacía un empleo mayor de materiales reciclados, ni fomentan una ventaja competitiva para las empresas que innovan en la construcción con materiales reciclados, con lo que realmente el ritmo de cambio del sistema productivo se enlentece.
A modo de observación y para que el lector tenga una mayor claridad del problema, se debe de tener en cuenta que además de las diversas imposiciones legales ya exigibles en cuanto al medioambiente y los materiales reciclados, la propia Ley de Contratos del Sector Público, así como la jurisprudencia, permiten que dentro de los contratos que se realicen por las administraciones públicas se tenga en cuenta como un criterio o elemento valorable a la hora de adjudicar un contrato, aquellos elementos de características sociales o ambientales relacionados con la relación calidad-precio del servicio, suministro u obra a contratar.
Dicho de otra forma, la administración tiene un margen subjetivo para apreciar y exigir elementos ambientales (entre los que se encontraría por definición y efecto el uso de materiales reciclados en la construcción de obras públicas) en el objeto de la contratación.
Con lo que teniendo la administración esa potestad, quizás sería óptimo que además de que las exigencias legales cambiasen y aumentasen los requisitos de empleabilidad de elementos reciclados en la construcción, que la administración fomentase aún más, una mayor valoración y exigibilidad de criterios ambientales cómo un mayor empleo de materiales reciclados en la construcción, de tal forma que las empresas con las que contratase la administración tuvieran un menor impacto medioambiental, fomentando además en el proceso que más empresas trabajen con elementos reciclados.
El 9 de mayo, alumnos de los másteres universitarios de Economía Circular y de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Universidad de Zaragoza junto al personal investigador del Instituto Universitario de Investigación Mixto de la Energía y Eficiencia de los Recursos de Aragón (ENERGAIA), visitaron la planta industrial de CEMEX en Morata de Jalón.
Cemex es uno de los principales proveedores de materiales para la industria de la construcción, ofreciendo productos y servicios de alta calidad a clientes y comunidades en más de 50 países. Además, CEMEX en España dispone de una capacidad instalada de cemento de 10,4 millones de toneladas anuales.
La fábrica de cemento de CEMEX ubicada en Morata de Jalón, Zaragoza, es reconocida por la producción de cemento y mortero de una calidad excepcional. Tanto el cemento como el mortero que distribuyen están fabricados con procesos y materiales que minimizan el impacto ambiental. Esta fábrica opera en la zona geográfica de Zaragoza, abasteciendo a proyectos de construcción tanto en la ciudad como en sus alrededores. Gracias a su compromiso con la Sostenibilidad y la Economía Circular, la planta de CEMEX situada en Morata de Jalón se ha convertido en un referente en la industria del cemento, ofreciendo soluciones confiables y respetuosas con el medio ambiente.
La visita a las instalaciones de CEMEX estuvo dirigida por Silvia Clusella, Gerente de Sostenibilidad e Impacto Social CEMEX Aragón, y su equipo. El encuentro comenzó con una explicación detallada de la historia, metodología de trabajo, alcance y objetivos de producción de la compañía. Continuó con una detallada visita guiada por las instalaciones y finalizó con un almuerzo corporativo donde se resolvieron dudas, se realizaron sugerencias y se afianzaron las relaciones entre CEMEX y la Universidad Zaragoza.
A continuación, se muestran unas imágenes de la visita:
Del 18 al 22 de marzo, tuvo lugar la XV edición de la Semana de la Ingeniería y la Arquitectura con el fin de fomentar y difundir la cultura tecnológica entre el alumnado de enseñanzas preuniversitarias (primaria, secundaria, bachillerato y ciclos formativos) y el público general. Los diferentes grupos visitaron las instalaciones del Campus Río Ebro y participaron en un gran número de actividades pedagógicas sobre los avances científico-técnicos de los últimos años en el ámbito de la ingeniería y arquitectura. Una de las actividades fue desarrollada por la cátedra CEMEX y consistió en un Breakout educativo titulado «a Circular World». Esta actividad se desarrolla a través de una plataforma digital interactiva y se puede llevar a cabo tanto de manera presencial en el aula como de manera telemática. Está dirigida a alumnos y alumnas 5º-6º de primaria y consiste en la realización de cinco misiones principales y un puzle final, todo ello relacionado con la sostenibilidad y la economía circular.
Las misiones a completar son las siguientes:
Misión 1: Materias primas. ¿Sabéis cuántos gramos de metales son necesarios para fabricar una tableta electrónica?
Misión 2: Diseño y producción. ¿Dónde acaba la mayoría de la basura tecnológica?
Misión 3: Consumo y reciclaje. ¿A qué contenedor va dirigido cada residuo? ¿Alternativas sostenibles a plásticos de un solo uso?
Misión 4: Energía. ¿Conoces las fuentes de energía renovable?
Misión 5: Ciudades sostenibles. ¿Qué tiene que tener una ciudad para ser sostenible?
El pasado miércoles 27 de abril tuvo lugar en el Paraninfo un evento para reconocer y visibilizar la colaboración en las 84 Cátedras institucionales y de empresas con la Universidad de Zaragoza. El rector José Antonio Mayoral reivindicó cómo la Universidad de Zaragoza ha sido una de las más rápidas en abrirse a las empresas, teniendo el número más elevado de este tipo de cátedras en el panorama universitario español. Así fue señalado también por María Jesús Lorente, presidenta del Cepyme de Zaragoza, quien aseguró que en los últimos años se han dando grandes pasos en favor de un acercamiento entre universidad y empresas.
De las 84 Cátedras existentes en la Universidad de Zaragoza, 16 han sido creadas en el último año. Esto da una muestra del dinamismo con el que se está avanzando en esta dirección. La actividad de estas Cátedras incluye diversas tareas de docencia, proyectos y asesoramiento en investigación y desarrollo, celebración de cursos y jornadas, y otras actividades como premios y publicaciones. Arturo Aliaga, vicepresidente y consejero de Industria del Gobierno de Aragón destacó la contribución de estos espacios al buen funcionamiento de la “triple hélice”: la colaboración entre Universidad, empresas e instituciones.
La Cátedra CEMEX de Sostenibilidad se creó en 2008 y es una muestra de esta valiosa colaboración. Con sede en el Instituto Universitario de Investigación Mixto CIRCE, su eje central es el estudio de la valorización energética y de residuos. Las actividades realizadas se centran también en cuestiones como la información y concienciación sobre valorización energética, favorecer una valoración positiva de las técnicas de simbiosis industrial de la actividad cementera y difundir buenas prácticas y casos de éxito en materia de economía circular a través de diferentes herramientas comunicativas.
El pasado martes 22 de marzo tuvieron lugar unas jornadas sobre economía circular en el CaixaForum de Zaragoza tituladas «La simbiosis municipal-industrial: el eslabón necesario para la circularidad. El caso de la ciudad de Zaragoza» a las que asistieron en torno a 100 personas. En ellas participó Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza, así como responsables de diferentes empresas de gestión de residuos y de la Universidad de Zaragoza. Las jornadas consistieron en varias ponencias y una mesa redonda. Las palabras de cierre las pronunció Natalia Chueca, consejera de Servicios Públicos y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza. Por último, se procedió a la lectura y firma de una declaración en favor de la simbiosis municipal-industrial, a la que se adhirieron más de 20 entidades y 30 personas.
El propósito principal ha sido el de poner a dialogar tanto a empresas como al Ayuntamiento de Zaragoza para identificar los obstáculos y buscar las soluciones que permitan avanzar hacia una verdadera economía circular que cierre los ciclos materiales. La recogida de residuos es identificada como una oportunidad de desarrollo económico para los territorios, y la colaboración entre diferentes entidades aparece como una condición vital para lograrlo. Es esta colaboración la que se ha venido a denominar como simbiosis municipal-industrial. Cada empresa y entidad que participa en la gestión de residuos son los eslabones de la cadena de la economía circular, y para maximizar los resultados será necesario trabajar de forma coordinada.
El caso de Zaragoza es extraordinariamente singular porque entidades como el Parque Tecnológico del Reciclado (PTR), CTRUZ, URBASER, SAICA, CEMEX, VERALLIA, FCC y muchas otras empresas dedicadas al tratamiento y conversión de residuos en recursos están radicadas en el entorno de la ciudad. Y, por otra parte, la sensibilidad del Ayuntamiento de Zaragoza hacia la neutralidad en emisiones con iniciativas como el Bosque de los Zaragozanos, la Electrificación de los autobuses urbanos y su predisposición hacia soluciones de Economía Circular, pueden ser un ejemplo para España y Europa.
La apertura de las jornadas la realizó Carlos Álvarez, Vicepresidente del Club de Roma internacional, a quien le siguió Jorge Azcón, Alcalde de Zaragoza. Antonio Valero, Catedrático de la Universidad de Zaragoza y Miembro del Club de Roma Internacional, presentó la importancia de la simbiosis municipal-industrial como eslabón central de la circularidad de materiales. Miguel Ángel Anía, Asesor Técnico del Área de Servicios Públicos y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, habló sobre el trabajo del ayuntamiento y de la investigación realizada hace unos meses sobre la gestión de residuos sólidos urbanos. La primera parte de este evento finalizó con la ponencia de Roberto Sandín, Gerente de la Planta UTE Ebro – Urbaser, en la que explicó el funcionamiento y las innovaciones del Complejo para Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ).
La segunda parte de las jornadas consistió en una mesa redonda dinamizada por Miguel Angel Anía en la que participaron los siguientes responsables de empresas:
Alfonso Conde López, Director Operaciones Cemento CEMEX en Aragón
Marcelo Liendo, Responsable de medioambiente del grupo López Soriano
Alejandro Antona, Director regional de Saica Natur
Emanuel F. Andrade, Director de Programación y Logística de Verallia en España
Domingo Franco, Director General de la fábrica de Verallia en Zaragoza
Carlos Mallén, Director gerente FCC AMBITO Reciclaje de vidrio
Para finalizar, Natalia Chueca, Consejera de Servicios Públicos Y Movilidad, Ayuntamiento de Zaragoza, presentó las conclusiones de la jornada. Y posteriormente se procedió a la lectura y firma de la Declaración por la Simbiosis Municipal-Industrial.
La grabación completa de las jornadas puede visualizarse en el siguiente enlace de YouTube:
A continuación, presentamos la información relativa a la Declaración por la Simbiosis Municipal Industrial
Ayer, 4 de mayo, tuvo lugar la conferencia: “Los límites físicos para la transición energética” organizada por Laboratori Interdisciplinari sobre Canvi Climàtic (LINCC UIB). Esta jornada online fue impartida por la Dra. Alicia Valero, Directora del Equipo de Investigación de Ecología Industrial del Instituto Circe de la Universidad de Zaragoza.
Alicia Valero comenzó hablando del crecimiento exponencial. Como explica en su artículo El Minuto 42: “Los problemas que nos aguardan son de naturaleza exponencial, como el consumo de combustibles fósiles y de minerales, los efectos del cambio climático, la deforestación de los trópicos, la contaminación de los mares con plásticos, residuos agrícolas e industriales, la pérdida de biodiversidad o la población. La depredación de la naturaleza crece a un ritmo del 2,8% anual. Si seguimos este ritmo, en una generación los humanos estaremos consumiendo el doble que hoy. Y en 25 años habremos consumido tanto como en toda la historia del ser humano hasta hoy.”
La teoría de Thanatia es una modelización de la Tierra en la que hubiésemos agotado todos los recursos del planeta. Sirve para calcular cómo de lejos nos encontramos de Thanatia y a qué velocidad nos acercamos. ¿Nos estamos acercando a Thanatia? Tal como explicó la ponente, el pico del petróleo es una señal de alarma y el cambio climático, también.
¿Nos dirigimos hacia una transición económica “verde”?
Un parque eólico de la misma potencia que una central térmica necesita 25 veces más de materiales (en peso) para su construcción que las centrales convencionales. Sin embargo, no es solo la cantidad, sino la calidad, también tiene tierras raras, litio, cobre, aluminio, etc. El vehículo eléctrico contiene más de 50 elementos químicos, “es una mina sobre ruedas”. Nos encontramos en “La era de la tabla periódica”.
¿Existen límites? Han empezado a sonar las alarmas. A finales de 2020, la UE publicaba un listado de treinta materiales críticos, y esta lista irá en aumento. En las últimas semanas se están publicando noticias en España de cierre de plantas de producción por falta de problemas de suministro de piezas electrónicas.
¿Cuál es la solucion? Preguntó Alicia Valero, ¿vamos hacia una economía circular?
Tal como explicó, si vamos a la realidad, muy pocos elementos se reciclan. Solo un 1% de los más esenciales para la transición energética, y realmente se subciclan. Además, las tecnologías que son más eficientes son las menos sostenibles desde el punto de vista de consumo de materiales (como puede ser una bombilla LED frente a una bombilla incandescente) “Lo que tenemos que hacer es aprender a reciclar de una manera más eficiente”.
Conclusiones
Como conclusión, Alicia Valero, expuso una serie de soluciones. Hay que apostar por la desmaterialización, pero teniendo en cuenta que si cada vez se hacen los productos más pequeños, será más difícil recuperar los materiales. Se deben sustituir materiales escasos por abundantes, aunque si el consumo sigue en aumento, todos los elementos acabarán siendo escasos. Por ello, es muy importante concienciarnos en reutilizar y reciclar y aprender de la naturaleza, que no produce residuos. Reducir el consumo desenfrenado actual es la clave, porque si se pinta de verde el modus operandi actual, antes o después nos volveremos a topar con los límites planetarios. En este sentido, debemos valorar adecuadamente el capital mineral de la Tierra para crear justicia intergeneracional y un verdadero sentido de la conservación.
Artículo por Alicia Valero y Emilio Santiago publicado el 12/11/20 en eldiario.es
Durante este otoño se tramitará en el Congreso de los Diputados una ley de suma importancia, que marcará como pocas el futuro de nuestro país: la de Cambio Climático y Transición Energética. Esta ley deberá concretar las bases para que España, el país más vulnerable de Europa ante el cambio climático, cumpla los compromisos del Acuerdo de París, y con ello asegure un futuro viable a quienes hoy están naciendo. También diseñará la arquitectura general de lo que será la mayor transformación del modelo productivo español en décadas. Parece que esta vez, con el viento de cola de unos fondos europeos bien invertidos, sí está a nuestro alcance ese gran giro modernizador, siempre prometido y nunca cumplido, que deje atrás la senda económica agotada que nació del Plan de Estabilización de 1959. Los efectos de la crisis de la COVID-19 exponen lo que ya es un secreto a voces: si España tiene futuro, será como superpotencia renovable, no como superpotencia turística.Pero el articulado del Anteproyecto de Ley presenta un punto ciego preocupante. Que no es más que el reflejo de un déficit en el debate ciudadano al respecto: los minerales críticos de los que dependen todas las tecnologías modernas, y especialmente la Green Technology. Una turbina eólica, un panel fotovoltaico o una batería eléctrica, pero también un teléfono móvil o un ordenador, son objetos altamente intensivos en muchas materias primas llamadas críticas como el litio, el cobalto, el indio, el teluro o las tierras raras. Todos ellos materiales escasos, en vías de rápido agotamiento, susceptibles de alimentar conflictos armados por su control, que se explotan generando fuertes daños ambientales y por tanto resistencias legítimas, y cuya distribución geológica se ha concentrado en muy pocos países, algunos sociopolíticamente inestables. De hecho, la economía descarbonizada y digital del siglo XXI será tan dependiente de estos grandes productores de minerales como la economía fosilista el siglo XX lo fue de la OPEP.
Estadistas y ciudadanía informada deberían tener este asunto entre sus preocupaciones prioritarias. Especialmente porque en las economías modernas el reciclaje de los minerales de las que estas dependen es todavía marginal. Las plantas existentes en España apenas recuperan las materias primas de la segunda revolución industrial: aluminio, cobre, hierro, vidrio o plomo. Las razones por las que los nuevos minerales críticos quedan fuera de la economía circular son técnicas, políticas económicas y sociales. Técnicamente, el diseño de los aparatos modernos carece de estándares que faciliten desensamblarlos y recuperar los recursos dispersos en ellos en cantidades apreciables. Políticamente, no existe una legislación que favorezca el reciclaje de calidad. Económicamente, las plantas de recuperación de estos materiales son tan costosas que exigen fortísimas inversiones solo al alcance de un sector público decidido o de consorcios público-privados. A nivel global China es el principal receptor global de chatarra electrónica. Y en Europa solo un país, Bélgica, cuenta con una empresa capaz de reciclar los minerales que sustentan la sociedad descarbonizada y digital. Socialmente, mientras prime un patrón de producción basado en la obsolescencia programada, y un patrón de consumo de usar y tirar, los esfuerzos por reciclar minerales se verán superados por el incremento artificial de la demanda.
Tres son las líneas de acción que, como sociedad, deberíamos explorar para salvar este cuello de botella que amenaza con ahogar el futuro de la transición ecológica. Estas deberían ser centrales en las futuras políticas tanto de transición energética como de economía circular, entendiendo que ambos conceptos van de la mano.
En primer lugar, un marco legislativo y regulatorio mucho más estricto y coherente con los principios técnicos de la economía circular, que imponga estándares de diseño y fabricación pensados para el reciclaje de minerales críticos pero que a su vez elimine las trabas administrativas y barreras legales para que los residuos puedan convertirse en materias primas.
En segundo lugar, y aprovechando los fondos europeos poscovid, impulsar desde el sector público la I+D+i en economía circular y, en alianza con inversores privados, al menos una planta metalúrgica española de recuperación de minerales críticos, con canales sólidos de recolección, como apuesta estratégica para generar empleo transformando nuestro modelo productivo y nuestro esquema de inserción económica internacional.
Finalmente, el reto más complejo, pero el más importante, es saber dar a luz durante las próximas décadas a una economía menos compulsiva y expansiva, que priorice usos compartidos y explore políticas de control de demanda. El economista Kenneth Boulding nos planteó un dilema hace más de sesenta años: nuestro sistema productivo debería dejar de comportarse como un cowboy, que conquista sin fin un horizonte virgen, y parecerse cada vez más al modus operandi de un astronauta, reciclando y reaprovechando con sumo cuidado todos los recursos de la nave espacial Tierra. En este punto, el consenso científico es creciente: la idea visionaria con la que especuló Stuart Mill en el siglo XIX al pensar una economía de estado estacionario, con prosperidad pero sin crecimiento, es ya el desafío sociopolítico más urgente del siglo XXI. Solo bajo estas nuevas premisas podremos impulsar una transición que reparta con justicia el espacio ecológico global.
He aquí uno de los debates centrales del próximo medio siglo: el de los límites ecológicos absolutos que marcan las reservas minerales de La Tierra. Cuanto antes lo enfrentemos como sociedad, mejor preparados estaremos para sortear la crisis climática y llevar la transición ecológica a buen puerto.
Esta consulta se engloba dentro del Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC). En su medida 5.7, apunta a la necesidad de desarrollar nuevos instrumentos de apoyo a la investigación y la innovación en energía y clima, con la implementación de acciones concretas orientadas a actualizar la información sobre las reservas de materias primas en España y su futura demanda en función de las necesidades tecnológicas.
El objetivo de esta consulta es recabar la opinión de las personas y entidades interesadas sobre la identificación de prioridades y recursos necesarios, así como los principales retos para el desarrollo sostenible de las materias primas minerales y las posibles medidas para superarlos.
Participación del Instituto de Investigación Mixto Circe, Universidad de Zaragoza
Desde los miembros del Equipo de Investigación de Ecología Industrial del Instituto Universitario Investigación CIRCE Universidad Zaragoza realizamos nuestra siguiente aportación a la Hoja de Ruta para la gestión sostenible de las materias primas minerales.
En primer lugar, es necesario enunciar que combatir el Cambio Climático es necesario, pero insuficiente, porque las energías renovables, el vehículo eléctrico y todas las nuevas tecnologías informáticas y de comunicaciones dependen de materiales críticos escasos. La transición ecológica debe ser no sólo energética sino de materiales.
Una turbina eólica, un panel fotovoltaico o una batería eléctrica, pero también un teléfono móvil o un ordenador, son objetos altamente intensivos en muchas materias primas llamadas críticas como el litio, el cobalto, el indio, el teluro o las tierras raras. Todos ellos materiales escasos, en vías de rápido agotamiento, susceptibles de alimentar conflictos armados por su control, que se explotan generando fuertes daños ambientales y por tanto resistencias legítimas, y cuya distribución geológica se ha concentrado en muy pocos países, algunos sociopolíticamente inestables.
Desde Instituto CIRCE, consideramos que en las economías modernas el reciclaje de los minerales de las que estas dependen es todavía marginal. Las plantas existentes en España apenas recuperan las materias primas de la segunda revolución industrial: aluminio, cobre, hierro, vidrio o plomo. Las razones por las que los nuevos minerales críticos quedan fuera de la economía circular son técnicas, políticas económicas y sociales. Se podría decir que estos son los retos actuales para el desarrollo sostenible de los recursos minerales:
Técnicamente, el diseño de los aparatos modernos carece de estándares que faciliten desensamblarlos y recuperar los recursos dispersos en ellos en cantidades apreciables. Políticamente, no existe una legislación que favorezca el reciclaje de calidad. Económicamente, las plantas de recuperación de estos materiales son tan costosas que exigen fortísimas inversiones solo al alcance de un sector público decidido o de consorcios público-privados.
Por lo tanto, proponemos una serie de aspectos que debería abordar la Hoja de Ruta para la gestión sostenible de Materias Primas Minerales, y que, del mismo modo, deberían formar parte de la Estrategia Española de Economía Circular:
En primer lugar, un marco legislativo y regulatorio mucho más estricto y coherente con los principios técnicos de la economía circular, que imponga estándares de diseño y fabricación pensados para el reciclaje de minerales críticos pero que a su vez elimine las trabas administrativas y barreras legales para que los residuos puedan convertirse en materias primas. Por ejemplo, incrementar y apoyar el uso de materiales reciclados frente a los extraídos de minas (con precios más económicos, impuestos más bajos, la obligatoriedad del “circular public procurement” implementado en los pliegos de contratos públicos). También, promover un sistema de autosuficiencia, para evitar la dependencia del exterior; que las materias críticas, como el litio, que entren en Europa en forma de automóviles y otras tecnologías, al extraerse, se queden aquí.
Otra medida sería impulsar, por medio de la Administración Pública, los acuerdos voluntarios para emprender acciones de Economía Circular, como el de implementar la responsabilidad ampliada del productor, en el que el fabricante se hace responsable del producto especialmente en la fase de su recuperación, reciclaje y disposición final. Así como, promover la simbiosis industrial entre empresas, para lo cual es necesario aumentar la transparencia y trazabilidad de toda la cadena de valor de los productos. Evitar mezclar y contaminar flujos residuales que imposibiliten su posterior uso en otros procesos productivos.
En segundo lugar, y aprovechando los fondos europeos poscovid, impulsar desde el sector público la I+D+i en economía circular, evaluando el potencial de recuperación de materiales procedentes de residuos de minas y de residuos tecnológicos, así como desarrollando la tecnología necesaria para su obtención.
En alianza con inversores privados, impulsar al menos una planta metalúrgica española de recuperación de minerales críticos, con canales sólidos de recolección, como apuesta estratégica para generar empleo transformando nuestro modelo productivo y nuestro esquema de inserción económica internacional.
Finalmente, el reto más complejo, pero el más importante, es saber dar a luz durante las próximas décadas a una economía menos compulsiva y expansiva, que priorice usos compartidos y explore políticas de control de demanda. En este sentido, la promoción de programas educativos a todos los niveles de la sociedad, será fundamental.
Dentro de las actividades de la Cátedra CEMEX de Sostenibilidad de la Universidad de Zaragoza, de la que es Director Antonio Valero, vamos a participar en el CICLO DE CONFERENCIAS ASYPS: Economía Circular-Espiral. Transición hacia una circularidad sostenible.
Las sesiones tendrán lugar los días 12 y 17 de noviembre y 2 y 9 de diciembre de 18h a 19.30h.
Un día antes a la celebración de cada sesión te enviaremos el enlace para unirte de manera telemática.
Si quieres recibir el enlace al webinario, envíanos un email a: rqueerre@unizar.es
¡Te esperamos!
PROGRAMA:
Este Ciclo de Conferencias se celebrará en modalidad online y constará de cuatro sesiones de 18.00-19.30h:
– 12 de noviembre de 2020 Transición a la Economía Circular en el paradigma de la sostenibilidad. Luis M. Jiménez. Presidente de ASYPS. Profesor Honorífico, Universidad Complutense de Madrid.
– 17 de noviembre de 2020 Principios y características de la Economía Circular. Emilio Cerdá. Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid.
– 2 de diciembre de 2020 Ciclo de materiales críticos en la Economía Circular. Antonio Valero. Director del Instituto Circe y de la Cátedra CEMEX, y Catedrático de Energética de la Universidad de Zaragoza.
– 9 de diciembre de 2020 Bioeconomía circular y sistemas de producción integrada. Agustín Molina. Profesor Titular de la Universidad Politécnica de Madrid.
El 4 de noviembre asistimos a la jornada online: “Herramientas de apoyo empresarial para la economía circular” organizada por Circular Labs, Fundación Patrimonio Natural de Castilla León y la Junta de Castilla León. El evento estaba dirigido a profesionales y empresas que quisieran mejorar o incorporar prácticas de economía circular y, de este modo, incentivar las sinergias industriales en el territorio del noreste ibérico.
Para la bienvenida contaron con la participación de Dª María del Rosario Chávez Muñoz, Concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio del Ayuntamiento de Valladolid. Seguidamente, Javier Rodríguez Conde, CEO de Ecomarketing, una empresa especializada en marketing y asesoría de sostenibilidad, presentó los retos y las oportunidades de la economía circular, haciendo hincapié en el ecodiseño: “El 80% de los impactos ambientales se realiza en la fase de diseño”.
A continuación, Jesús Díez Vázquez, Director de Programas en la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, presentó la herramienta de autoevaluación Circular Labs. Según Díez, esta herramienta ayuda a las empresas a reflexionar: “¿Qué podría hacer para ser más circular?” y evalúa desde un punto cualitativo las políticas que están llevando dentro de la empresa. El uso de la plataforma web es gratuito y requiere de un registro previo. Cuenta con cuestionario de autoevaluación que permite a las empresas conocer el grado de implementación de la economía circular y, posteriormente ofrece un diagnóstico inicial, la posibilidad de realizar varios estudios, comparar resultados y sugerencias de mejora.
Otra de las funciones que ofrece esta herramienta es la posibilidad de dar visibilidad a las buenas prácticas de las empresas en materia de economía circular. Para ello, se ha desarrollado una nueva herramienta independiente: el Market Place de economía circular del noroeste ibérico. El objetivo de esta comunidad virtual es compartir buenas prácticas en economía circular y crear sinergias. Las empresas interesadas en participar suben de forma sencilla la información a la web a través de una ficha. La plataforma ofrece un apartado de recursos y otro de agenda. Además, tal como explicó Rocío Viruega, Gerente de Negocio IT de SYLTEC, ha sido ecodiseñada para reducir el uso de carbono al utilizarla en comparación al de otras plataformas online.
Otra de las funciones que ofrece esta herramienta es la posibilidad de dar visibilidad a las buenas prácticas de las empresas en materia de economía circular. Para ello, se ha desarrollado una nueva herramienta independiente: el Market Place de economía circular del noroeste ibérico. El objetivo de esta comunidad virtual es compartir buenas prácticas en economía circular y crear sinergias. Las empresas interesadas en participar suben de forma sencilla la información a la web a través de una ficha. La plataforma ofrece un apartado de recursos y otro de agenda. Además, tal como explicó Rocío Viruega, Gerente de Negocio IT de SYLTEC, ha sido ecodiseñada para reducir el uso de carbono al utilizarla en comparación al de otras plataformas online.
Para terminar, José Magro, Gerente de Sostenibilidad y RSC AENOR, explicó el Modelo de Certificación de AENOR Residuo Cero, en el que empezaron trabajando hace cuatro años con Lidl, su primer cliente. A este esquema de certificación puede acceder cualquier empresa que garantice la valorización (reutilización, reciclado o valorización energética) de los residuos que genera. Si la empresa valoriza más del 90% de sus residuos obtiene el certificado. Tal como enunció José Magro esta certificación se ha visto como un proceso adicional a la norma ISO 14001 ya que entra en más detalle en el aspecto de residuos y ofrece a las empresas un foco de mayor claridad.